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Foto del escritorTerritorios Baldíos

Por qué un periodismo bien hecho

Actualizado: 23 may 2022

Darío Fritz


El periodismo se ha construido históricamente sobre la base de una serie de pregunta que buscan respuestas claras. El por qué es una de ellas. Si pretendemos profundizar al momento de contar historias, allí estará la pregunta por qué para encontrar certezas.


A los aspirantes al Premio Breach/Valdez se les pedía historias con enfoques en derechos humanos. Todas ellas lo cumplen, obviamente, y en todas ellas hay más de una respuesta a la pregunta por qué. En periodismos aprendemos que las respuestas únicas enseñan nuestras propias limitaciones y resultados inconclusos. Por eso aquí abundan las respuestas al por qué, como si estuviéramos desentrañando un juego de Matriuskas rusas: en cada una de estas historias afloran solidez, credibilidad, precisión, compromiso, oficio,, lo que se espera de todo periodismo de buena factura.


¿Por qué —se han preguntado en estos trabajos—, hay mujeres lastimadas, desfiguradas, asesinadas por el simple hecho de ser mujer?


¿Por qué hay mujeres adolescentes a las que sus familias siguen sin encontrar?


¿Por qué la crisis forense endémica?


¿Por qué una mujer pasa a ser un hombre trans en la cárcel y la justicia niega desconfiada a su reclamo de ser tratado con perspectiva de género?


Los temas, esos a los que el intelectual y Premio Nobel alemán Heinrich Böll decía que “hay que hacerle la corte, acercarse furtivamente y una vez que se ha localizado se les puede poner la pistola en el pecho, pero jamás, jamás, matarlo”, están elegido en estas diez historias finalistas a semejanza de las situaciones más cotidianas en México. Hablan del hoy, pero no es el hoy de los funcionarios que repiten su cantinela diaria para rellenar minutos de radio, ni el hoy de un fiscal que promete ir hasta sus últimas consecuencias en la investigación del último escándalo criminal.


¿Por qué —se propone responder en uno de los trabajos finalistas—, el secuestro implementado por la delincuencia organizada es hoy más feroz, cruel e indescifrable?


Otros colegas se preguntan ¿por qué la violencia contra el activismo social de quien defiende su tierra y su comunidad?


¿Por qué unos integrantes del ejército mexicano pisotean las leyes y se decantan por la brutalidad criminal y la tortura sobre inocentes?


¿Por qué el éxodo de sus tierras del migrante centroamericano o mexicano?


Este jurado, que trabajó sobre más de un centenar de trabajos hasta llegar a diez, reconoce la calidad y mérito de cada uno de ellos en un contexto de profunda adversidad para un ejercicio periodístico que se hace sobre bolsillos menguados, paranoias de acecho y —como reflexiona la narradora Leila Guerriero—, un ascetismo que se olvida de sí para ponerse al servicio de la historia de otros.


Hacer periodismo implica en el contexto actual de México, coraje y valentía. Especialmente en los Estados, carentes de la burbuja protectora de la Ciudad de México, donde la sobrepoblación hace más seguro el anonimato y los poderes concentrados no aceptarían la pérdida de su estado de confort.


Un periodismo que se hace con coraje y valentía a pesar de que resulta fácil y hasta redituable desde hace algunas décadas amenazar, amedrentar, desaparecer o asesinar al periodista, a la periodista.


Coraje y valentía a pesar de que se denigra el trabajo de cada colega desde la tarima con sobrada alegría y superficialidad. Se lanzan provocaciones y embates que logran generar un clima de repulsa y rechazo al periodismo, sin entender que se contribuye en su irracionalidad a alimentar la impunidad de aquellos dispuestos a callar de forma expeditiva: sesgando vidas.


Coraje y valentía a pesar de que se denigra el trabajo de cada colega desde la tarima con sobrada alegría y superficialidad.


El periodismo genera hoy una confianza entre las audiencias en México de apenas el 37%, de acuerdo con el último estudio de 2021 del Instituto Reuters.


Nos atacan. Nos atacan y mal nos defendemos.


Sin embargo, en estos diez trabajos hay coraje, valentía y rebeldía para contar. El arma más poderosa que disponemos antes esas acechanzas oscurantistas allí está: la información. Información para defendernos.


Foto oficial ONU

Encontrarán en estos reportajes e investigaciones rigor periodístico, pruebas, documentos, precisión, equilibrio en el uso de fuentes, datos corroborados, compromiso por la verdad, servicio a la sociedad, garantía de libertad de expresión; trabajos periodísticos enfocados en las víctimas y en no revictimizar. Se abordan la desigualdad, la perspectiva de género, la inclusión de grupos vulnerables o históricamente excluidos. Derechos humanos, en síntesis.


Hay aquí incomodidad, cuestionamientos, intención de desbaratar el silencio. Periodismo que ayuda a entender.


Y tres datos a tomar en cuenta: 8 de estos 10 reportajes e investigaciones que hoy celebramos fueron publicados en medios alternativos o digitales. ¿Quiere decir que la calidad ya es terreno yermo para los medios impresos, la radio, la televisión tradicional?


La mayoría holgada de autores son mujeres. Mujeres jóvenes.


La mayoría holgada de los financiamientos, imprescindibles para reportajes e investigaciones de largo aliento, provienen de organizaciones internacionales que apoyan el periodismo de calidad y gobiernos del primer mundo interesados en profundizar la libertad de expresión.


Reporteras y reporteros buscaron para desarrollar sus historias enfoques novedosos y únicos. Aquí no hallarán el discurso de turno del funcionario o la promesa del fiscal que sabe nunca intentará cumplir. ¿Dónde la originalidad salta por los poros de estos periodistas? Cuando se detiene la mirada en las mujeres sobrevivientes al feminicidio, cuando se visibilizan los intentos de matar mujeres en vida destruyendo sus rostros con ácido, cuando un grupo de mujeres arrojadas buscan justicia detrás del escritorio de una fiscalía para que la impunidad no sea también la norma en otras mujeres asesinadas o desaparecidas.


Se trata de la búsqueda permanente por la originalidad, que como dice el editor Julio Villanueva Chang, “voltea a ver lo que ya está en nuestras narices y nos hemos familiarizado tanto en ignorar”.


Hay aquí incomodidad, cuestionamientos, intención de desbaratar el silencio. Periodismo que ayuda a entender.

De esa originalidad celebramos las lecturas, audios y videos de los trabajos finalistas. Celebramos porque se confirma la calidad de cada uno de ellos, y porque nos da seguridad para confiar en que el periodismo bien hecho —un periodismo que trasciende y deja huella, aunque el ruido de la difamación se imponga— hoy tiene vida para rato en México.


Miroslava Breach y Javier Valdez fueron periodistas solidarios con la verdad y comprometidos con las voces invisibilizadas. Estas diez historias desperdigadas por medios digitales, impresos y de radio, nos dicen que el periodismo sigue siendo fértil.



Texto leído durante la ceremonia de premiación de la cuarta edición del Premio Badrich/Valdez de Periodismo y Derechos Humanos, en el Museo Franz Mayer, de la Ciudad de México, el 12 de mayo de 2022.

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