“Estos personajes que uno ha creado no desaparecen nunca, están vivos en todas partes”
(Miguel Delibes)
La batalla hace furor. Se oyen tiros, bombazos, ráfagas de
ametralladora. ZAPO, solo en escena, está acurrucado entre los
papeles de un anaquel de libros. Se arrasca la panza ya entrada en años y mira
al techo donde una araña combate con una mosca. Saca de una cesta de tela una
madeja de lana y unas agujas. Se pone a hacer un jersey que ya tiene bastante avanzado.
Suenan unos pasos y es ZEPO que se acerca y se quita algo del polvo de PIC-NIC.
ZAPO: (Abre los brazos en jarra. Tono imperativo) ¿Que tú eres el centinela de PIC-NIC?
ZEPO: Ni me digas, que el jefe se sabe cuidar sólo y a su obra, es decir nosotros. Tan sólo soy el personaje que debería enfrentarme contigo, bien lo sabes. En todo caso tú serás el centinela. Así te puso él y debes cumplir con ese papel que te ordenó en el texto. Pero ahora con esas agujas pareces que trabajaras para Zara.
ZAPO: Es que ha venido uno que nos quieren desmenuzar y me tiene nervioso.
ZEPO: ¿Cómo está eso?
ZAPO: Sí, que quiere saber sobre nosotros, ¿qué hacemos en PIC-NIC, por qué nos han puesto en estos papeles de soldados, que si nos importan los lectores?, esas cosas. Que de la estética y la recepción. Recuerda que eso lo leímos en algún lado por aquí (mira hacia los estantes de la biblioteca como buscando algo)
ZEPO: Dile que se vaya a… que vaya a los libros, a la biblioteca, hay papel para tirar pa’ arriba. Hay infinidad de tinta para consultar. Allí le ayudarán a desmenuzarnos.
ZAPO: Que no, que tiene poco tiempo, que le han dicho que desentrañe una obra y ha tomado la nuestra.
ZEPO: (Desinteresado) Que busque en otro lado. ¿Por qué nosotros?
ZAPO: Anda desesperado el pobre tipo. Que tiene órdenes de arriba, alguien se lo pidió, y ya sabes cómo es esto, los soldados obedecemos órdenes.
ZEPO: No le hagas caso. Dicen que somos la obra del sinsentido, ¿qué sentido tiene responder? ¿O nos va a revivir? Bien muertos estamos, aunque vivos también.
ZAPO: Me llora que no tiene muchas luces con la dramaturgia. Así que decidió ir directo a las fuentes, como se dice. Tomar el toro por las astas y venir con nosotros a consultarnos.
ZEPO: (Se toca la cabeza) Yo cuernos no tengo y a mi novia le soy fiel.
ZAPO: Sigue siendo ingenuo usted soldado.
ZEPO: Tomo esa provocación como de quien viene.
ZAPO: Somos enemigos, ¿no?
ZEPO: No te pases de listo o le digo al jefe. A propósito, por qué no le pregunta este tipo al jefe si quiere saber sobre nosotros.
ZAPO: Que el jefe anda en cosas más importantes parece. Yo creo que le mando a decir que PIC-NIC es PIC-NIC, y que cada uno lo interprete como quiera. Así hemos pasado a la posteridad.
ZEPO: Si no es pulga es mosquito, colega-enemigo.
ZAPO: Lo primero que pregunta es si creemos en el humor absurdo.
ZEPO: (Sorprendido) Vaya paradoja. Creo que sin él no hubiésemos sobrevivido. Si nos han llamado la obra del absurdo ¿no? Que al jefe le va como anillo al dedo esto del absurdo. Que busque en internet ese hombre. Ejemplos aquí encontrará a raudales: nosotros dos enemigos inocentes que parecemos amigos, unos padres tuyos que andan por ahí como si nada pasara en la guerra, como si no hubiese hambre, muertes, horror. A quién se le ocurriría preguntar cuándo comienza la nueva batalla o usar un paraguas para evitar las balas. Ni Maxwell Smart, ¿no?
ZAPO: Sí, recuerdas que el jefe ha dicho que cuando la escribió buscaba evidenciar lo absurdo de las guerras.
ZEPO: Y que vale hasta el día de hoy, ¿no? O hay algún lugar en la tierra que haya paz absoluta, ¿no? ¿verdad?
ZAPO: Además eso de ponerme a tejer para esperar el ataque de ustedes, mis enemigos… cómo hace reír a los lectores y a los espectadores.
ZEPO: (Preocupado) ¿No crees que le exagera el jefe? Al final, la gente en el mundo real se mata en serio, parece deporte.
ZAPO: Es el aporte literario, hombre. Te lo pongo en tres citas. Pavese: No es que al escribir expresemos algo. Construimos otra realidad con palabras. Borges: La literatura no es un espejo del mundo. Volpi: La ficción crea realidad.
ZEPO: (levanta ambas manos como en señal de oración) O Vargas Llosa… toda buena literatura es un cuestionamiento radical del mundo que vivimos.
ZAPO: Hasta me creo que nos han copiado con esto del humor absurdo: Los Simpson, Bob Esponja, Mel Brooks, Dexter, Tony Soprano que va con la siquiatra, Hugh Laurie, Fargo, Woody Allen, El Barón Rampante, Ibarguengoitia…
ZEPO: (Ríe) Qué ochentero con los ejemplos… Pero no creo que sea una copia de nosotros. Antes estuvieron otros, Ionesco y Becket, para empezar.
ZAPO: Sin duda es lo que mejor nos identifica, dile eso. Y de allí lo inverosímil que nos hace el jefe. Imposible, pero cierto. ¿Cómo que un soldado hace flores de trapo? Y tú… que disparas en la obra sin mirar siquiera, pero rezas un Avemaría. Pues sí, quién no quiere regresar vivo de la guerra.
ZEPO: O cómo ser bueno con todo el mundo, incluso los prisioneros. Quién se lo cree realmente.
ZAPO: Ahora, hay algo que me ha dejado esta persona como duda… Dice que hay un lenguaje simbólico, ¿crees que simbolicemos algo?, si la cosa aquí es pasarla bien ¿no?
ZEPO: (Mira hacia abajo como buscando algo) Tendríamos que ir al estante a ver que dice Umberto Eco. Quizá sea eso, humor para sobrevivir, comer tranquilo como si fuera la antesala de ir a un partido de futbol. No hacerle caso a los bombardeos ni los disparos porque eso solo ocurre en las películas… ¡Cómo nos va a pasar a nosotros! Los que se matan son otros, nosotros claro que no. Es un problema lejano. Que siga la fiesta… aunque luego nos maten, casi sin enterarnos. La muerte está todo el tiempo presente. Desde que nos encontramos, ¿no crees? Es guerra al fin. Cualquiera al leernos está esperando que nos maten.
ZEPO: Ahí quería llegar. Al fin y al cabo, el jefe nos mata.
ZAPO: Es la lección de la ingenuidad, supongo, que ha querido transmitir. Obra sin drama no es obra, ¿no? Es que la violencia y los muertos venden, colega soldado. Hasta por fumarse un porro hay guerra. Mira si hubiésemos salidos vivos. No estaríamos aquí.
Ambos se separan a revisar las últimas cartas que han llegado de admiradores de la obra. Le hacen señas de acercarse a los padres de Zapo y los camilleros que también se han salido de PIC-NIC a tomar aire.
ZAPO: (Sostiene el celular en el oído y luego extiende la mano para mostrarlo) Oye, oye…que habló el jefe… me manda un MSN… está un poco antiguo.
ZEPO: (Mira a los padres y camilleros) ¿Qué dice nuestra gloria?
ZAPO: Que si ya le dijimos algo a este tipo con eso es suficiente. No abramos más la boca.
ZEPO: Al jefe lo que pida. Donde manda capitán…
ZAPO: Vale, le escribo.
ZEPO: (Cuenta con los dedos) ¿Han sacado la cuenta?... desde 1952 que estamos aquí. ¡Cómo ha pasado el tiempo! ¿Seremos ya un clásico?
ZAPO: (Señala con el dedo índice hacia arriba) Si se lo puso el “otro” de tarea a este tipo preguntón, quizá sí, ése debe saber algo. Imaginemos que sí. Parece que no le somos indiferente, como diría Calvino. Larga vida al César, jeje.
ZEPO: Al jefe dile que sí a todo. Como él nos pida. No vaya a ser que tenga una idea loca de sumarnos a otra obra, como ese señor Blank de Scriptorium que leímos el otro día.
ZAPO: (abre los brazos) ¿Y cuál es el problema? Hemos recorrido el mundo gracias al jefe. Nos han revivido infinidad de veces. Claro que algunas actuaciones estaban para llorar, pero debemos estar agradecidos. Además, nos estamos poniendo viejito, cada vez menos nos llaman, necesitamos más actividad, desentumecer las piernas, quitarnos el polvo.
ZEPO: (Se acerca a ZAPO y pone una mano sobre su hombro) Hombre no te preocupes. Somos de buena cava. No me inquieta volver a trabajar, sino que el jefe vuelva a disponer de nuestras vidas. No me caben ya los agujeros de tantas balas.
Los camilleros que estaban atentos a la conversación anuncian que van a visitar a los amigos de Arrabal celebrando la ceremonia de la confusión que viven en el siguiente estante. Ambos están de acuerdo, lo mismo que los padres de ZAPO.
Cae el telón.
(Versión libre de Pic-Nic, de Fernando Arrabal)
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