Cuatro tipos entran a desayunar al restaurante de la carretera con sus Uzi bajo el brazo. Custodian a una rubia bonita y sus amigos. Sorpresa e incredulidad. ¿Miedo? El espanto ya no lo conjugamos
El debate y el disenso se han perdido. Cada quien esgrime su verdad, y no interesa lo que opinen otros. Ese hueco se ha cubierto de autoritarismo. La mordaza acecha.